domingo, 26 de octubre de 2008

PSICOLOGÍA: Apoyo psicológico, familiar y social


El sida es una enfermedad más y así es como debería ser asumida por toda la sociedad.
Las palabras VIH o Sida despiertan en la mayoría de las personas imágenes de marginación, drogadicción, prácticas sexuales no aceptadas, miedo, muerte y discriminación. Se hace difícil educar en este sentido, ya que la transmisión de este virus está relacionada a comportamientos íntimos (las relaciones sexuales, el uso de drogas, etc) de los que no se habla abiertamente.
Uno de los retos de la sociedad es no discriminar a las personas infectadas y proporcionarles un Trato Social Idéntico al que recibe el resto de seres humanos.
El miedo irracional por falta de información es el gran causante de este rechazo generalizado de la sociedad hacia los afectados por esta enfermedad, aunque poco a poco se va tomando conciencia de que no existe ninguna razón para tratar a una persona viviendo con vih/sida de manera diferente de como se trata a una persona no infectada.
Descubrir que se tiene el VIH afecta enormemente a una persona. Se puede derrumbar, se pierden ilusiones y se piensa en la muerte. La vida cambia profundamente y aparecen el miedo, la angustia, etc.
El primer paso es afrontar la nueva realidad. Hay que seguir adelante y saber lo que hay que hacer en cada situación, una vez más, la información es la mejor aliada.
Siempre será más fácil aceptar la situación si se habla de ello. Es muy importante contar con alguien a quien explicar los problemas y con quién compartir las preocupaciones, pero hay que pensar bien a quién decírselos, por que no todo el mundo reacciona de la misma manera. Es bueno hablar de la enfermedad con familiares y amigos, y también tener en cuenta que son precisamente las personas que tienen la enfermedad por VIH las que mejor van a comprender la situación, por que comparten los mismos sentimientos.
El estar infectado no impide seguir con el trabajo y las demás actividades habituales. Estar ocupado (aunque sin caer en el stress) es buena terapia. Una buena manera de levantar el ánimo es realizar actividades que ayuden a relajarse, como motivarse con alguna afición.
Hay que recordar que el VIH no se puede transmitir a raíz de la convivencia laboral. No tiene ningún sentido dificultar a las personas afectadas el acceso al trabajo o a la escolarización (que son derechos protegidos por la Constitución) ya que no existe riesgo de contagio en las que las situaciones que se pueden dar en las relaciones de la vida social y la familiar. El hecho de estar infectado por el VIH/SIDA no puede ser causa de despido.

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