lunes, 10 de noviembre de 2008

PSICOLOGIA: La persona frente al VIH/SIDA



Para conseguir felicidad y salud es necesario proponerse y conseguir objetivos que satisfagan las necesidades propias. Luchar para conseguir estos objetivos equivale a afirmar que cada uno ha de encargarse de su propia vida, en lugar de dejar que la vida se encargue de cada cual.
Si la persona no posee una imagen clara de a dónde quiere ir, su deseo se verá frustrado y tendrá la sensación de que su vida no tiene sentido ni dirección. O también puede visualizar objetivos negativos. Puede verse infeliz, sin creatividad, enfermo, con dolor, fracasado. La tendencia natural a pretender los objetivos visualizados contribuirá a que se hagan realidad. Dado este poder innato, visualizar objetivos positivos es tan importante para lograr la felicidad como una buena alimentación lo es para conseguir la salud física.
El primer paso para establecer los objetivos es conocer lo que uno quiere obtener de la vida. Lo importante es tener objetivos positivos, y no tener siempre los mismos objetivos.
También es muy importante el informarse. Los pacientes informados correctamente muestran una mejor adaptación a largo plazo, aunque no de forma inmediata. Lo desconocido genera incertidumbre y la incertidumbre miedo.
La información debe contener por lo menos:
a. El diagnóstico y las características de la enfermedad.
b. Características de los procedimientos de diagnóstico y tratamiento, las razones por las que se aplican y los resultados benéficos.
c. Los efectos colaterales de los tratamientos, tipos de incidencia y estrategias y medios para disminuir o paliar los efectos negativos.
Otra cosa que la persona viviendo con VIH/SIDA debe hacer, es aprender a controlar el dolor. El dolor es un mecanismo de supervivencia importante. Un dolor agudo es una señal de peligro que indica que algo no funciona bien y que hay que hacer algo para solucionarlo. Pero ciertos dolores crónicos, como la artritis u otro tipo de dolores, como la rotura de un brazo, no poseen este sentido de supervivencia después de iniciar un tratamiento adecuado. El dolor crónico molesta, socava la energía e interfiere en las actividades cotidianas de al persona.
Pero el dolor no sólo se experimenta físicamente (sensaciones físicas), sino también emocionalmente (sentimientos emocionales) y cognitivamente (pensamientos).
Siempre es importante tener en cuenta el impacto Emocional del VIH/SIDA en el individuo afectado. Estos problemas pueden incluir depresión (incluyendo tendencias de suicidio), soledad, temor y una sensación de que han perdido el control de su vida).
Quizás también tengan que enfrentar el rechazo de sus familiares, amigos, pérdida de sus empleos y hogares. Las personas infectadas con el VIH necesitan amigos que no tengan miedo de pasar mas tiempo con ellos, que los ayuden a enfocar su atención en la vida, hacerlos ver que son importantes y que deben de aprender a vivir con el VIH/SIDA en vez de morir de VIH/SIDA.

FUENTE: BELLOCH, A; SANDÍN, B.; 1996

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